Translate

viernes, 21 de septiembre de 2012

Chirp me, mi encuentro con Enma

Si ,claro me encontraba asaz enfadado y contrariado por cosas ocurridas y que pensaba escribir como es mi costumbre, pero resulta que al abrir la página llamada facebook encuentro varias invitaciones y pedidos algunos de amigos y otros de personas simpatiquísimas sin duda, pero que no conozco, mandándome regalos y diciéndome  "hola"; bueno, no quise defraudar a nadie y como la educación impone me propuse aceptar todo tipo de invitaciones y regalos y como respuesta obtuve una serie de instrucciones conducentes a no se qué; lo claro del asunto fue encontrándome a mi mismo enviando a mi vez invitaciones y regalos y diciendo"holas" a medio mundo, tanto a amigos de mi lista como a varias personas que no tengo la dicha de conocer. En seguida en correcto inglés el "Chirp me" abrió para mí una ventana en donde me invitaba a escoger una "chef" o un "chef"; yo, por si las dudas, escogí a la "chef", por aquello de los mal pensados, pero cuando creí que eso había sido suficiente, resultó que además debía escoger el color de los ojos de mi chef, su color de  cabello, de su piel, y no me hubiera extrañado si además me pedían elegir el tamaño de sus senos. Pero esa importante pregunta no me la hicieron. En fin, dejándome llevar por la corriente, y cuando esperaba algún desenlace erótico, he aquí que me hallo de pronto dueño de un restaurante y se me urge conseguir tomates y papas y ah! también hongos enanos. Observo entretenido a varios "clientes" entrar por la puerta de mi restaurante virtual mientras la chef y la encargada del servicio (olvidé mencionarla: morena, achinada, pelo oscuro, delgada... supongo que perdería la cabeza por ella, ejem! virtualmente hablando) seguían exigiéndome más ingredientes y se me ocurrió entonces pensar: ¡Qué iguales son las mujeres sean virtuales o no! ¿no les parece? siempre mandando, mandando , mandando y mandando. Bueno sigamos, como por una imperiosa necesidad que no viene al caso describir, tuve que ausentarme por breves instantes, al volver me avisaban que había ganado quince monedas. ¡Quince relucientes monedas!, claro, virtuales. No pude evitar hacer caso de un mensaje aparecido en la parte superior de la barra de herramientas o como se llame, hice el famoso "click", y como resultado me encontré sin restaurante, sin cheff y sin la morena sonriente, y más bien heme aquí de cara con una "crónica escondida" escrita en inglés, naturalmente, en donde un tal tío no- sé- cuantos, me pide que descubra no se qué. Y ahora estoy de frente a la puerta de una mansión y se me pide que entre: tengo medo, lo confieso; nunca se sabe qué se puede hallar dentro de una casa desconocida, ¿Quizá un cadáver? ¿un asesino en serie? ¡o quizá la chef de mi desvanecido restaurante en vaporosa bata de noche! Esto último me decidió a entrar..... y ¡oh sorpresa! aparece Enma, una atractiva morena de pelo corto y vestido demasiado largo para mi gusto que asegura ser, y esta ves en perfecto castellano, la secretaria de mi tío no-sé-cuantos. Pero buen gusto el de mi tío, debo admitirlo; ya empieza a caerme bien. Varonilmente le pregunto a Enma si piensa acompañarme a buscar no-sé qué, pero ella diciendo que me iba a acompañar a la biblioteca para mostrarme algo desaparece y yo me quedo solo con un aviso que dice que debo descubrir seis objetos ocultos para permitirme conocer uno de los secretos de la finca, y tras mucho exprimirme el seso lo consigo y me revelan una palanca secreta en uno de los estantes de mi tío ... esperen .....ahora sí me aprendí el nombrecito: Geoffrey... ¡Digo!, ¿no pudieron ponerle Pedro o Juan o algo así? Y encima me dicen que comparta el secreto con mis amigos.... ¿están locos?, y si mi amado y nunca bien llorado tío Geoffrey me ha dejado algún dinero o joyas de valor? ! ni loco se lo digo a nadie! Sorry boys. Es mi tío, ya?
Se abre una puerta secreta y aparece por fin Enma...ahora que lo noto.. tiene la nariz un poco grande, pero nada que una buena cirugía no pueda arreglar, y me dice que mi tío era un guardián y que podía tocar las cosas y saber de su historia. Luego con una pícara sonrisa me pregunta ¿no quieres tocar algo para saber si tienes ese don . La miro y me digo  en mi mente: claro que me gustaría tocar algo, y no es precisamente las
 cosas que hay allí...... pero me podrían denunciar por acoso, así que decido no hacerlo, por ahora. Resulta que después de hacer no se qué, Enma me dice que tengo el mismo poder de mi tío (no sé si debo alegrarme o no) así que le digo: "seguro eso se lo dices a todos"; Enma me sonrió quitándose los lentes, y yo ya me olvidé por completo de mi chef, del restaurante y lo demás. Noto que Enma se ha desabrochado el botón superior de su blusa mientras me dice: "concéntrate en los objetos alrededor del collar, eso mejorará tu conexión con la escena". ¡Por supuesto que estoy concentrado! sino cómo habría podido notar que ya van tres los botones que se ha desabrochado. Ahora estoy en un tren y debo (otra ves) descubrir seis objetos ocultos. Como ya tengo mayor experiencia en estos afanes, los descubro rápidamente y obtengo por eso algo de 56 mil puntos , una copa, que se me hace comprada en en el Mercado Central, y dos vecinos. No lo entiendo..... ¿eso era lo que me tenía mi tío Geoffrey ?.... Valiente cosa. Me senté desconsolado en uno de los sillones del vagón y Enma se acercó.
-¿Decepcionado?- me preguntó. Se había quitado el saco y se había puesto otra falda, algo más corta que la anterior.
- Ahora ya no- le contesté-¿Tienes algo que hacer esta noche?
-No, ¿por qué?
-Bueno, podríamos salir de aquí, ir al cine.. qué se yo...
Su sonrisa delató su gusto por mi idea.
-Pero ¿no se molestará la chef de tu restaurante?-preguntó a boca de jarro.
-No.Ella es parte de mi pasado...de hace aproximadamente quince o veinte minutos- contesté con una sonrisa a lo "Brad Pitt".
-Bueno, te creo.....vamos entonces...
-Vamos..
La cogí por el talle (está bien, de acuerdo, mi mano estaba un poco más abajo) y salimos de aquel lugar.
Ahora me disculpan, pero debo apagar la computadora. Tengo una cita con Enma. Me está esperando  afuera.

Ricardo del Castillo y Larraondo

Lima, 21 de setiembre, 2012.


1 comentario: