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domingo, 17 de noviembre de 2013

Batalla de San Francisco



Para tener una mejor comprensión de los acontecimientos a partir de  la batalla de San Francisco, es necesario retroceder al dos de noviembre de 1879, fecha del desembarco de las tropas chilenas en territorio peruano, dando comienzo a la campaña terrestre luego de perdida la campaña marítima y muerto el inolvidable Miguel Grau y sus compañeros del Huáscar.

A las 5 de la mañana del  2 de noviembre  de 1879,  Chile emprende la campaña terrestre con el desembarco en Pisagua como primera acción. 19 buques en total llevarían a diez mil hombres en contra de los cerca de 1095 hombres encargados de la defensa del lugar  comandados por el coronel Isaac  Recavarren y por el general Buendía (General en Jefe del Ejército Peruano) que se hallaba ocasionalmente en el lugar inspeccionando el montaje de algunos cañones. La importancia que se desprendía de Pisagua era su posición como punto de partida del ferrocarril que se internaba a lo largo de 500 millas en el departamento de Tarapacá. Era, en suma, el modo ideal de internarse en nuestro territorio. El ferrocarril  debió  ser destruido luego de haber sacado a los civiles indefensos del radio de acción, pero la imprevisión y la cobardía de los maquinistas que abandonaron su puesto, determinaron que el ferrocarril quedara intacto en manos del invasor. Los dos primeros intentos de desembarco fueron rechazados por los nuestros, pero al tercer intento, y solo habiendo ya puesto pie en tierra siete mil chilenos de los diez mil, la pequeña tropa de Recavarren se vio obligada a retirarse. Nuestro punto  defensivo se hallaba situado en una extensión de menos de 200 metros de ancho entre el mar y un escarpado barranco; la defensa  se realizó no sólo sufriendo el embate de la escuadra enemiga y sus fuerzas que habían podido desembarcar, sino también contra el asfixiante humo proveniente de los quintales de salitre y carbón de piedra que ardían producto del bombardeo realizado contra la población civil y los depósitos del mineral. Tuvimos, del total de tropas que defendieron Pisagua, 941 bajas entre muertos y prisioneros, en una lucha que duró siete horas. Recavarren ante la imposibilidad de proseguir con la defensa se retiró con los escasos sobrevivientes hacia Dolores, en donde se les reunió Buendía. El 3, se unieron en Agua Santa con el batallón boliviano “Aroma”, batallón que había sido llamado a Pisagua  como refuerzo, pero  que al no haberse movilizado con la debida rapidez, no llegó nunca en auxilio de Recavarren y los suyos. En Agua Santa Buendía permanece hasta el 6, cediendo por completo la iniciativa pues no realizó acción alguna, como por ejemplo hostilizar el desembarco enemigo. El 7 se reúne con el grueso del ejército aliado en Pozo Almonte llevando consigo 1 500 hombres.  Mientras, en todo ese tiempo transcurrido se  dejaba desembarcar a los chilenos en total calma y tranquilidad. 

                                                                              

     ENCUENTRO EN SAN FRANCISCO
Al haberse colocado los chilenos en su desembarco en Pisagua, al centro de las fuerzas peruanas y bolivianas acantonadas entre Tarapacá y Tacna y Arica, se concibió el plan de atacarlos con ambos ejércitos. Para ese  efecto el general Buendía concentró sus fuerzas en la zona llamada Pozo Almonte para emprender luego su marcha sobre Pisagua mientras que  desde  Arica, partirían  3000  bolivianos al mando de su general en  jefe Hilarión Daza para atacar a los chilenos desde el frente contrario. Poco después se supo que considerables tropas enemigas ocupaban San francisco, lugar importante por sus fuentes de agua  y ubicado  a pocos kilómetros de Pisagua. Por lo tanto, las fuerzas concentradas en Pozo Almonte recibieron orden  de emprender la marcha contra el enemigo para atacarlos en combinación con las tropas de Daza, quien jamás llegó al punto de reunión, pues solo alcanzó el sur de Arica  hasta la quebrada de Camarones. Daza argumentó que el desierto era infranqueable y que las tropas se rehusaban a proseguir, por lo que decidió volver a Arica, abandonando al ejercito  de Tarapacá.

 
Buendía  había llegado el 18 de noviembre a la zona conocida con el nombre del El  Porvenir, teniendo al frente el cerro de San Francisco en donde se habían atrincherado los chilenos. El 19  los aliados se enteraron de la traición de Daza  y el desconcierto cundió entre las filas aliadas. Se acordó posponer la batalla para el día siguiente, pero un disparo casual hecho por  un soldado originó la desorganización;  no pudo evitarse que algunas compañías subieran a la carrera el cerro en busca de luchar contra el chileno, pero al no verse reforzados y muerto su comandante, el coronel peruano Espinar, se  vieron compelidas a retroceder. Como resultado se tuvo que emplazar todo el ejercito a la pampa, para tratar de ordenarse y ver qué actitud debía seguirse tras tamaño desastre, acordándose  las tropas peruanas retirarse a Arica, por el camino de Tiviliche. Las tropas bolivianas casi en su totalidad desertaron retirándose a su país y reclamando los sueldos que se les debía. Cáceres y Bolognesi figuran entre los comandantes de división que supieron mantener la disciplina de sus hombres para no sumarse al desconcierto y desorden general de los demás.

La misma noche del 19 de noviembre, se emprendió la marcha a Arica, formándose primero la artillería al mando del Coronel Castañón, luego la división del Coronel Dávila, después la del Coronel Bolognesi, luego la del Coronel Herrera y cerrando la marcha, protegiendo la retirada, la división al mando del Coronel Cáceres.
Como se carecía de mapas y no se atinaba el correcto camino, un soldado de apellido Durazno, perteneciente al batallón “Zepita”, se ofreció como guía ya que antes había trabajado en las salitreras de Tarapacá, pero al poco rato de haber iniciado la marcha  también se desorientó debido a los gritos y amenazas que le dirigía el Coronel Dávila, quien iba a la cabeza con el Coronel Suárez,  Jefe del Estado Mayor. Solucionado el percance por la intervención del Coronel Andrés A. Cáceres, se continuó la marcha hasta que se dio la orden en todo el ejército de “alto y silencio”. Sucedía que a la cabeza de línea, se había escuchado el movimiento de tropas por el flanco del ejército peruano, a poca distancia, por lo que Cáceres se ofreció a indagar si el movimiento era debido a tropas enemigas, pero una vez practicado el reconocimiento, resultó ser el batallón “Cabitos” del Coronel Herrera. Este batallón se había extraviado y marchaba indistintamente por todos lados fraccionado en compañías. Una vez reordenado este batallón, y por consejo de Cáceres, se pasó a inspeccionar toda la línea hallándose con la sorpresa que a la cabeza de la columna, donde marchaba la artillería, no había un solo artillero, pues estos incluidos su coronel, al oír la voz de “alto y silencio” y pensando que eran los chilenos que los tenían cercados, huyeron dejando las mulas, los cañones y demás material de guerra. Días después, todos estos  aparecerían en Tarapacá. Inspeccionada el resto de la línea, se halló a todas también fraccionadas y desorganizadas con la excepción naturalmente, de las divisiones al mando de Bolognesi y la del propio Cáceres. Ante tal situación se decidió continuar la marcha al día siguiente, por lo que se pernoctó en la pampa. Al reanudar la marcha a la mañana, se notó que se había tomado el camino hacia Tarapacá, y no el camino que correspondía a Tiliviche, por lo que se decidió proseguir por ese camino a través de la infernal Pampa de Tamarugal, sufriendo todo tipo de penalidades. El Coronel Suárez, adelantándose al resto del ejército, llegó a la aldea de Tarapacá el 21 y logró  se  preparara alojamiento y rancho a las cansadas tropas, que hambrientas, descalzas y con el uniforme destrozado, llegarían el 22 por la tarde. Otra medida fue ordenar al Coronel Ríos, que guarnecía Iquique, abandonar ese puerto y reunirse con las tropas de Tarapacá. Ríos, recibida la orden, dejó el mando al Prefecto General López Lavalle, quien a su vez delegó funciones a los cónsules acreditados de Iquique, quienes a su turno cedieron el poco deseado cargo a los tripulantes chilenos de la “Esmeralda”, que se hallaban como prisioneros de guerra. De este modo el 23 de noviembre, llegarían los chilenos y sin ninguna resistencia (pues ya no había nadie) se adueñaron del lugar e inmediatamente  tomaron las medidas necesarias para la explotación de  nuestro salitre, lo que consiguieron el 5 de enero de 1880, al exportar los primeros mil quintales. Nuestra riqueza se convertía en poderoso revitalizador chileno. Ríos llegaría a Tarapacá el 26, con algo de 900 hombres, de los 1034 que tenía bajo sus órdenes.
El  ejército peruano encontró además de los artilleros fugados días antes, al General en Jefe, Juan Buendía, junto con otros jefes quienes habían abandonado el campo de San Francisco, dejando al ejército que tenían a su mando. Esta conducta fue censurada por varios oficiales, encabezados por Cáceres quien propuso el correspondiente juicio militar y posterior sanción, la que se llevaría a cabo días después en Arica, teniendo como resultado la destitución de todos esos jefes.
Como el pueblo no se diera abasto para albergar todas las tropas, se resolvió el día 25 enviar la división Dávila y la división Herrera a Pachica, a unos 15 Km., dejándose la división exploradora del Coronel Bedoya, la división Bolognesi y la división Cáceres, un total de 3000 hombres que junto con la división Ríos que llegaría el 26, serían los que enfrentarían a 3900 chilenos el 27.
 No había caballería ni artillería. Los artilleros que habían abandonados sus cañones en la retirada de San Francisco, formaban una columna de infantería. Muy poco mejoró el estado en el que se encontraban los hombres del ejército peruano en los 4 días de descanso hasta el 27, el día de la batalla de Tarapacá.´
Como señaló el coronel peruano Andrés A. Cáceres  después refiriéndose al encuentro de San Francisco, en realidad no fue el ejército chileno quien nos derrotó, sino que  fue el propio ejército aliado quien ocasionó su desastre ese día. Motivo fundamental de esa observación: la falta de disciplina y orden en el componente aliado. Esta escaramuza sin importancia real para Chile (siempre pensó que la batalla real se daría al día siguiente y que todo era tan solo el reconocimiento previo a las acciones) tuvo consecuencias funestas para nosotros pues fue causa de nuestra retirada desastrosa hacia Tarapacá, abandonando toda intención de ataque sobre Pisagua, como había sido el proyecto inicial. En San Francisco se pusieron de relieve dos verdades: la falta de disciplina de nuestras tropas y la inutilidad del mando en jefe.


Ricardo Loja del Castillo.
Noviembre 17, 2013. Lima.

lunes, 10 de junio de 2013

César vasquez Bazán: respuesta del señor Ricardo Sánchez Loja a su impertinencia


No tengo por costumbre polemizar con cada persona que amablemente o no, critique mi pensamiento o algunos de mis escritos. Pero haré una excepción en el presente caso por requerirlo el sustantivo de “plagio”  y el adjetivo de “plagiario”, deslizado el primero  contra uno de mis escritos,  y el segundo contra mi persona. Si pública es la denuncia, pública debe ser la respuesta. Al asunto.

Para quienes no lo recuerden o conozcan, el señor Vásquez Bazán posee un blog titulado: PERÚ: Política, Economía, Historia. Y si todavía no lo recuerdan, baste mencionar que fue Ministro de Economía en el primer gobierno de Alan García Pérez, gobierno este de tan ingrata recordación.

El señor me acusa de haber plagiado un artículo suyo, a raíz de mi escrito del 17 de setiembre del año 2012 titulado: “Feliz aniversario Chile”. Su acusación ha sido realizada en la noche del día domingo 9 de junio del presente año. El señor asegura que el plagio “es evidente” si se revisa su blog. A ello fui, y me entretuve revisando los más de 50 ítems que, sobre el tema, ha publicado,  sin encontrar nada, ni un escrito, ni unas líneas sobre las que se pueda presumir de algún plagio literal, pues mi escrito hace relación en nueve numerales, muy someramente, de los artículos que fueron saqueados del país (sobre todo de Lima) en la ocupación chilena de 1881, siendo el caso más conocido el de la Biblioteca Nacional, para aquellos no muy enterados del tema.  Si no existe, entonces como cualquier ávido lector puede comprobar, ningún artículo copiado literalmente, entonces pensemos en que el plagio por mi parte consistió en haber leído todos sus artículos y con esa información, haber elaborado luego el mío propio. Vamos a ello. El propio señor ex ministro del fatídico primer  gobierno aprista, pone como fuente al pie de algunos de sus artículos, los nombres de destacados y conocidos historiadores o escritores sobre cuyas afirmaciones se basa. No alcanzo a leer ningún trabajo histórico que lleve su nombre, por lo tanto es de pensarse acertadamente, que el señor bebió de esas fuentes, tan igual que quien esto escribe, y al igual que él, detallo tales fuentes: Vicuña Mackenna, Barros Arana, Ahumada Moreno, Ignacio Domeyko, todos chilenos, pues era mi objeto no citar las  bien conocidas fuentes peruanas, sino respaldarme únicamente en autores de Chile, por obvias razones; pero, como aquí se trata de identificar “plagiarios”, detallo también  algunas  fuentes peruanas: Jorge Basadre, Paz Soldán, Ricardo Palma, Vargas Ugarte S.J., además  del italiano Tomás Caivano y por hoy basta. No vi, repito, ninguna obra histórica firmada por el señor ex ministro del fatídico primer gobierno aprista, que de haber sido así, lo hubiera colocado en mi artículo como fuente histórica peruana, junto con los demás autores chilenos. Si el señor piensa que solo  sus artículos posteados en su blog han sido la única fuente en las que me respaldé, no solo se equivoca, sino que comete la falta de ser presumido, algo que debe corregir pronto por su propio bienestar ya que  al reclamar que no lo cito como fuente, olvida o quizás no conoce, que se citan como fuentes los trabajos debidamente publicados y no, si hubiera sido el caso, que no lo fue, aquellos escritos que a su vez, copian o reproducen (y hasta escanean páginas enteras sin tomarse el trabajo de escribir) lo publicado por otros. Se cita el original, señor ex ministro, no el calco. Por otra parte,  no debe creerse el único que posee una biblioteca respetable en Lima, pues a todos  los autores anteriormente nombrados, tengo el placer de encontrarlos junto con  sus obras, en la mía, como historiador y persona medianamente culta. No puede existir, entonces,  el menor plagio, dado que las fuentes consultadas por usted y por mí son las mismas, solo que a mí no se me ocurriría nunca, pretender que se me cite, no habiendo escrito ningún trabajo histórico del tema; eso es ridículo y atrevido y hasta de muy mal gusto y poca educación. Cumplo con citar a los escritores sobre cuyos trabajos baso el mío. ¿Ha suscitado acaso su enfado la aparente similitud en cuánto al relato o detalles que doy en el numeral concerniente a la Biblioteca de Lima? Déjeme sacarlo de su error. Tales detalles ya habían sido descritos convenientemente el año 2007 (mucho antes que usted los escribiera en su distinguido blog) y van un par de ejemplos: “El saqueo de Libros peruanos”, por el señor Alfredo Jocelin-Holt publicado en la revista Qué Pasa, y en el artículo no menos importante del diario La Tercera, titulado “El tesoro de Lima que aun complica a Chile Y al Perú”, ambos fechado en marzo del año 2007. En ellos encontrará datos muy interesantes, pues  describen algunos puntos que también usted consigna, solo que cuatro años  después, al igual que el artículo que usted reproduce del periodista chileno  Marcelo Mendoza, que pertenece a noviembre del año 2007, esto es, ocho meses después a los escritos en “Qué Pas” y  “L a Tercera”, consultadas por mí en primer lugar. ¿Se dirá, entonces, que el plagio estriba en el gráfico del periódico satírico “El padre Cobo”, que uso también como única ilustración de mi artículo? Admitamos que ese dibujo describe mejor que mil palabras el tema de nuestros posts, razón por la que yo lo puse en el mío, habiéndolo sacado de la página “Historia de Santiago”, (como seguramente hizo usted también con todo derecho) del señor Godoy Orellana, fechado a fines del año 2011, y que contiene además, bastantes referencias al tema que nos ocupa y del cual me inspiré mucho  para elaborar mi breve escrito casi un año después. No habiendo entonces mayores bases para sostener su acusación, me queda solo preguntar: ¿De dónde sacó usted la presunción que yo había plagiado algo suyo? No pretenda darme lecciones de historia patria señor Vásquez, así como yo no pretendería darle lecciones de economía. Oriéntese mejor, calme sus ánimos y corrija algunos detalles en sus artículos que no se ajustan a la verdad histórica, como aquel titulado “Militares de guano”, en donde copia al pie de la letra la relación de militares que firmaron un documento en que se les pedía consignar sus grados y residencias tras la derrota de la batalla de  Lima en 1881, documento usado después por los chilenos como compromiso  de estos para  no volver a tomar las armas en su contra. Muchos firmantes fueron sorprendidos, como el general Pedro Silva quien a pesar de su avanzada edad, siguió a Cáceres en la campaña de la Breña y murió después en Huamachuco como un héroe. Le hice aquella observación pero a pesar de darme usted  la razón, el nombre del general Silva sigue manchándose en esa calumnia, al no haber corregido usted ese error en su momento. Similar observación hice al semanario “Hildebrandt en sus trece”, que fue donde leí aquel artículo suyo por primera vez. No obtuve respuesta, lamentablemente. Y  es que cuando algunos se limitan a copiar sin molestarse en verificar la verdad histórica, suelen cometer tales faltas u omisiones. No califique entonces de “plagiario” a quien no debe y céntrese en informarse bien, pues a quien llama usted alegremente plagiario, es ante todo, un historiador y no solamente un bloggero. Mida sus palabras y a quién las dirige.
 
 
Ricardo Sánchez-Loja
Miraflores, junio 10 del año 2013

Respuesta al señor César Vásques Bazán.


No tengo por costumbre polemizar con cada persona que amablemente o no, critique mi pensamiento o algunos de mis escritos. Pero haré una excepción en el presente caso por requerirlo el sustantivo de “plagio”  y el adjetivo de “plagiario”, deslizado el primero  contra uno de mis escritos,  y el segundo contra mi persona. Si pública es la denuncia, pública debe ser la respuesta. Al asunto.

Para quienes no lo recuerden o conozcan, el señor Vásquez Bazán posee un blog titulado: PERÚ: Política, Economía, Historia. Y si todavía no lo recuerdan, baste mencionar que fue Ministro de Economía en el primer gobierno de Alan García Pérez, gobierno este de tan ingrata recordación.

El señor me acusa de haber plagiado un artículo suyo, a raíz de mi escrito del 17 de setiembre del año 2012 titulado: “Feliz aniversario Chile”. Su acusación ha sido realizada en la noche del día domingo 9 de junio del presente año. El señor asegura que el plagio “es evidente” si se revisa su blog. A ello fui, y me entretuve revisando los más de 50 ítems que, sobre el tema, ha publicado,  sin encontrar nada, ni un escrito, ni unas líneas sobre las que se pueda presumir de algún plagio literal, pues mi escrito hace relación en nueve numerales, muy someramente, de los artículos que fueron saqueados del país (sobre todo de Lima) en la ocupación chilena de 1881, siendo el caso más conocido el de la Biblioteca Nacional, para aquellos no muy enterados del tema.  Si no existe, entonces como cualquier ávido lector puede comprobar, ningún artículo copiado literalmente, entonces pensemos en que el plagio por mi parte consistió en haber leído todos sus artículos y con esa información, haber elaborado luego el mío propio. Vamos a ello. El propio señor ex ministro del fatídico primer  gobierno aprista, pone como fuente al pie de algunos de sus artículos, los nombres de destacados y conocidos historiadores o escritores sobre cuyas afirmaciones se basa. No alcanzo a leer ningún trabajo histórico que lleve su nombre, por lo tanto es de pensarse acertadamente, que el señor bebió de esas fuentes, tan igual que quien esto escribe, y al igual que él, detallo tales fuentes: Vicuña Mackenna, Barros Arana, Ahumada Moreno, Ignacio Domeyko, todos chilenos, pues era mi objeto no citar las  bien conocidas fuentes peruanas, sino respaldarme únicamente en autores de Chile, por obvias razones; pero, como aquí se trata de identificar “plagiarios”, detallo también  algunas  fuentes peruanas: Jorge Basadre, Paz Soldán, Ricardo Palma, Vargas Ugarte S.J., además  del italiano Tomás Caivano y por hoy basta. No vi, repito, ninguna obra histórica firmada por el señor ex ministro del fatídico primer gobierno aprista, que de haber sido así, lo hubiera colocado en mi artículo como fuente histórica peruana, junto con los demás autores chilenos. Si el señor piensa que solo  sus artículos posteados en su blog han sido la única fuente en las que me respaldé, no solo se equivoca, sino que comete la falta de ser presumido, algo que debe corregir pronto por su propio bienestar ya que  al reclamar que no lo cito como fuente, olvida o quizás no conoce, que se citan como fuentes los trabajos debidamente publicados y no, si hubiera sido el caso, que no lo fue, aquellos escritos que a su vez, copian o reproducen (y hasta escanean páginas enteras sin tomarse el trabajo de escribir) lo publicado por otros. Se cita el original, señor ex ministro, no el calco. Por otra parte,  no debe creerse el único que posee una biblioteca respetable en Lima, pues a todos  los autores anteriormente nombrados, tengo el placer de encontrarlos junto con  sus obras, en la mía, como historiador y persona medianamente culta. No puede existir, entonces,  el menor plagio, dado que las fuentes consultadas por usted y por mí son las mismas, solo que a mí no se me ocurriría nunca, pretender que se me cite, no habiendo escrito ningún trabajo histórico del tema; eso es ridículo y atrevido y hasta de muy mal gusto y poca educación. Cumplo con citar a los escritores sobre cuyos trabajos baso el mío. ¿Ha suscitado acaso su enfado la aparente similitud en cuánto al relato o detalles que doy en el numeral concerniente a la Biblioteca de Lima? Déjeme sacarlo de su error. Tales detalles ya habían sido descritos convenientemente el año 2007 (mucho antes que usted los escribiera en su distinguido blog) y van un par de ejemplos: “El saqueo de Libros peruanos”, por el señor Alfredo Jocelin-Holt publicado en la revista Qué Pasa, y en el artículo no menos importante del diario La Tercera, titulado “El tesoro de Lima que aun complica a Chile Y al Perú”, ambos fechado en marzo del año 2007. En ellos encontrará datos muy interesantes, pues  describen algunos puntos que también usted consigna, solo que cuatro años  después, al igual que el artículo que usted reproduce del periodista chileno  Marcelo Mendoza, que pertenece a noviembre del año 2007, esto es, ocho meses después a los escritos en “Qué Pas” y  “L a Tercera”, consultadas por mí en primer lugar. ¿Se dirá, entonces, que el plagio estriba en el gráfico del periódico satírico “El padre Cobo”, que uso también como única ilustración de mi artículo? Admitamos que ese dibujo describe mejor que mil palabras el tema de nuestros posts, razón por la que yo lo puse en el mío, habiéndolo sacado de la página “Historia de Santiago”, (como seguramente hizo usted también con todo derecho) del señor Godoy Orellana, fechado a fines del año 2011, y que contiene además, bastantes referencias al tema que nos ocupa y del cual me inspiré mucho  para elaborar mi breve escrito casi un año después. No habiendo entonces mayores bases para sostener su acusación, me queda solo preguntar: ¿De dónde sacó usted la presunción que yo había plagiado algo suyo? No pretenda darme lecciones de historia patria señor Vásquez, así como yo no pretendería darle lecciones de economía. Oriéntese mejor, calme sus ánimos y corrija algunos detalles en sus artículos que no se ajustan a la verdad histórica, como aquel titulado “Militares de guano”, en donde copia al pie de la letra la relación de militares que firmaron un documento en que se les pedía consignar sus grados y residencias tras la derrota de la batalla de  Lima en 1881, documento usado después por los chilenos como compromiso  de estos para  no volver a tomar las armas en su contra. Muchos firmantes fueron sorprendidos, como el general Pedro Silva quien a pesar de su avanzada edad, siguió a Cáceres en la campaña de la Breña y murió después en Huamachuco como un héroe. Le hice aquella observación pero a pesar de darme usted  la razón, el nombre del general Silva sigue manchándose en esa calumnia, al no haber corregido usted ese error en su momento. Similar observación hice al semanario “Hildebrandt en sus trece”, que fue donde leí aquel artículo suyo por primera vez. No obtuve respuesta, lamentablemente. Y  es que cuando algunos se limitan a copiar sin molestarse en verificar la verdad histórica, suelen cometer tales faltas u omisiones. No califique entonces de “plagiario” a quien no debe y céntrese en informarse bien, pues a quien llama usted alegremente plagiario, es ante todo, un historiador y no solamente un bloggero. Mida sus palabras y a quién las dirige.



Ricardo Sánchez -Loja

Lima, junio 10 del año 2013

lunes, 25 de marzo de 2013

Nueva Ley del Servicio Militar Obligatorio en Perú

No se desconoce una verdad en el Perú: los cuarteles están vacíos. En Tacna al sur del país, por ejemplo, practicamente no hay nadie.
Ante el fracaso obvio del Servicio Militar Voluntario, el gobierno ha dispuesto el retorno al Servicio Militar Obligatorio, y dicha norma sería de aplaudirse sino mediaran fallas groceras en su estructura, y como, tanto los que hicimos el servicio militar en su momento como aquellos que no, tenemos el deber de señalar estas fallas, paso a hacerlo.

El déficit humano en los cuarteles que restan (pues muchos han sido rematados) solo podría salvarse con una cuota regular y constante de elementos anualmente; entonces se entiende la necesidad del sistema obligatorio pues el voluntario resultó un completo fracaso. Este obligado  flujo constante de efectivos se comprende por las realidades geopolíticas de nuestro país; señalar que el servicio obligatorio es a causa del VRAEM, no es por lo tanto del todo justo, pues los enfrentamientos  surgidos en esa zona con fuerzas narco-terroristas no excusarían el sorteo de 30 mil nuevos efectivos. Lo que se pretende es cubrir el déficit y recuperar los puestos de vigilancia fronterizos abandonados desde hace tiempo y esto es loable y necesario dado, como repito, a la realidad geopolítica.
Habiendo señalado la justicia del decreto, señalemos sus fallas.
El espectro de edad para el servicio será de 18 a 25 años. Al imponer ese rango, obligadamente se estará comprendiendo a personas cursando estudios superiores o que estén ya al cargo de una familia. Entonces viene la "excepción" de la regla: los que estén realizando estudios universitarios (no se comprende a los que realizan estudios técnicos) o sean responsables del mantenimiento de un hogar, están exceptuados del servicio.
Es decir, aquel que esté en la "uni" se salva, el que no, se jode; el que es papá adelantadamente o no, se salva, el que no, a llorar al río. Absurda disposición que no resiste el menor análisis dado su carácter discriminatorio. Pero, se me dirá, es injusto que un joven trunque sus estudios universitarios por el servicio militar. El servicio militar no tiende a ser justo o injusto, es un deber nos guste o no. A mi no me gusta pagar tan elevadas cuotas en los impuestos prediales, pero debo hacerlo; eso está fuera de discusión. Sin embargo, esa injusta "excepción" sale a relucir  debido al rango en la edad, de 18 a 25 años, cuando, en lugar de eso se  debió formular el servicio   únicamente a partir de haber finalizado los estudios secundarios y con un rango de edad de 18 y 19 años y no más, pues de este modo el servicio sería obligatorio realmente para todos los que mediante un sorteo realizado entre hombres y mujeres de TODOS LOS ESTRATOS SOCIALES fueran elegidos, y no solamente para los "piñas".
Otro detalle delator del tufillo discriminatorio de la presente ley es aquel que impone una multa de 1850 soles o casi 700 dólares a todos los que no quieran hacer caso al resultado del sorteo y de esta forma deseen "exonerarse". ¡Qué sinvergüencería! ¡Qué tontería! Con esta multa expiatoria se  le quita toda seriedad y rastro de justicia al servicio militar, pues la convierte en un juego y, pone de manifiesto otra vez la discriminación tan proverbial en el Perú: El que pueda pagar su multa (o tenga papis que la paguen por  él) puede evacuar en la norma, puede pasearse como ejemplar ciudadano por las calles, pues "ha pagado su multa", y por lo tanto tiene los mismos derechos que aquel que sirviendo voluntariamente, o aquel que no tuvo plata para la multa y tuvo que servir, les compete ante la sociedad.
Hecha la ley, hecha la trampa.
El Servicio Militar Obligatorio es y será motivo de disgusto y revuelta de tripas (para mi mismo también lo fue), sino que lo digan los israelíes quienes, hombres y mujeres lo hacen por ley. Entendiendo esto será más sencillo que entandamos en su necesidad y lo tomemos como un deber y no como algo para tontos y para desventurados. Y como el principal motivo del Servicio Militar es tener ciudadanos aptos  en el uso de amas y técnicas de emergencia en caso de guerra exterior (una posibilidad siempre inminente) se podrían idear mejores sistemas para no tener que exagerar con el servicio obligatorio: por ejemplo, regresar a la instrucción pre-militar en los colegios de todos los estratos sociales; retomar la disciplina en el hogar y en los colegios privados y públicos; realizar periódicos llamamientos  que no tienen que ser acuartelados en ciudadanos hasta los 45 años solo con el fin de mantenerlos al día en el manejo de armamento. Todo con el fin no de hacer un soldado de cada ciudadano, sino de mantenerlo preparado y consiente de sus responsabilidades si llegara el momento de tener que prestar atención  al llamado máximo que la Patria le puede hacer a sus hijos: Acudir en su defensa.
Ojalá llegue el tiempo en que los servicios militares ya no sean necesarios y las armas y demás instrumentos de muerte y destrucción estén proscritos o en museos, mas entretanto es nuestro deber prepararnos para saber tratar al cordero como cordero y al lobo como a lobo.
Es una lástima que una vez más se desperdicie una ocasión brillante para hacer una ley que realmente beneficie al Perú entero, pues la ley del Servicio Militar Obligatorio es en esencia buena; lo malo es la forma y las condiciones cómo la están dando, pues solo se deja ver una mala ley, antipática, discriminatoria y merecedora del encono de muchos sectores de la población: los más pobres.


Ricardo del Castillo y Larraondo.
Lima, marzo 25 2013.

viernes, 15 de marzo de 2013

Cuando una persona se ve aquejada de una enfermedad tan grave como el cáncer, tiene dos opciones a seguir: o lucha contra la enfermedad de la mejor forma que pueda o se rinde ante ella. El Perú ha escogido la segunda alternativa ante el gravísimo mal padecido. La política vana, falaz, estupidizante, creadora de zombis, anquilosadora de mentes jóvenes y fuertes, tomó los órganos más sensibles del organismo patrio desde hace muchísimos años y  feroz, ha corroído su sistema. Así, pues, no hay acto o acción importante o no, que no se haga sin su dosis de política barata. La cultura, el deporte, la educación toda ha caído ante la política; si no existen réditos políticos muchas desiciones urgentes para el país dejan de tomarse y si hay elecciones o revocatorias ad portas, no hay obra dejada de inaugurar aunque no se haye cabalmente concluida.
Los habitantes del país dejaron de luchar (si es que alguna vez lo hicieron) contra este mal y resignados se dejan llevar por las sacudidas de la torva enfermedad en un sentido o en otro. Tres grandes masas infecciosas detentan el control sobre este organismo enfermo: la Derecha bruta, la Izquierda idiota y aquella masa creciente cada día más y auto definida como de centro izquierda o centro derecha, según sean las condiciones favorables para sus apetencias. Estos cuadros infecciosos han hecho pasto del paciente aprovechando el bajo nivel de hierro en su sangre y la escacez de  fósforo en su cerebro; por eso el enfermo a veces piensa a la derecha, a veces a la izquierda y a veces no piensa en nada, resultando tan solo un monigote ante la voluntad política de estos elementos cancerígenos triunfantes en la tarea de someter el cuerpo invadido a la pasividad ovejuna y a la resignación animal.
La capital de este territorio habitado llamado Perú irá a una revocatoria de autoridades municipales el 17 de marzo del presente año y quiérase o no, se tendrá que votar bajo extorsión de multa. A un lado los defensores del "Sí" a la revocatoria argumentan que la alcaldesa "no ha hecho nada" y/o que "viene mintiendo al pueblo"; a la vera de el frente los que defienden el "No" aseguran que "todo es mentira" y "que hay intereses oscuros detrás de la revocatoria". Fuera del dineral gastado  y que se gastará en el proceso y que provendrá del bolsillo de todos los peruanos, se me ocurre que el malo del cuento no es tan malo y que la oscuridad de la noche no es tan oscura. ¿Tan mala gestión ha realizado la alcaldesa para merecer por "clamor popular" la revocatoria?... No; ¿Ha cometido imprudencias, meteduras de pata y acciones que justifiquen la crítica a su desempeño?...Si. ¿Hay "elementos oscuros detrás de la revocatoria?....No, pues  podemos distinguir las siluetas del ventrudo ex presidente Alan García y del silencioso ex alcalde capitalino Castañeda Lossio, quien no gozó de una "multitud furibunda" y firmante para su revocatoria en su periodo edil..¡Vaya su suerte!....
Quienes no sabían del tema casi nada y andaban muy ocupados en sus asuntos, luego de ser aceptada la revocatoria municipal, empezaron a sentirse engañados y decepcionados de la alcaldesa en una especie de "post-síntomas", y se unieron al coro griego al desconocerle   hasta la buena voluntad en algunos de sus proyectos, y enrostrarle la interrupción de algunas obras como el mal aventurado túnel de Santa Rosa, olvidando claro, que dicha obra comenzada por la anterior administración fue mal ejecutada y se derrumbó, por lo que debió ser interrumpida. Sin embargo las buenas intenciones tampoco son suficientes y de ahí a concluir que el puesto le quedó ancho a la señora Villarán no carece de certeza.
Como limeño y descendiente de limeños jamás me pareció adecuada para el puesto ni la señora Flores ni la señora Villarán, pero mucho antes que eso y en primer lugar, mucho más detestable que alguna de ellas ocupando el sillón municipal, siempre he creído y creo, que la mayoría de gente que habita Lima, no merece  habitarla: Lima les queda ancha. Solo hay que verlos y verlas ensuciar sus calles, sus muros, escupir sus pisos, defecar literalmente sobre sus suelos, y destruirla toda, poniendo de absurda excusa la pobreza. El desinterés de esta gentuza por su ciudad les haría merecer su revocatoria como ciudadanos a ella. Ojalá se pudiera; ojalá existiera una revocatoria para estas gentes. Ahí sí yo votaría. Mientras tanto, la política una vez más hará tabla rasa con todo en beneficio de algunos cuantos  y volverá a enfrentar a peruanos contra peruanos una vez más, Después de todo, enfrentarse entre ellos es lo que más saben hacer los habitantes de este  territorio habitado llamado Perú.
Es que esto va más allá de una revocatoria edil; es la voluntad del cancer manifestándose una vez más por sobre el enfermo que ya perdió la voluntad de vivir y, lo más importante, hasta de  pensar.


Ricardo del Castillo y Larraondo.
Lima.

viernes, 28 de septiembre de 2012

El campo de batalla en el salón de clases

No llego a los cuarenta años pero me siento como de cien. Me siento cansado del aula y no por el sueldo bajo de profesor, sino por lo que significa actualmente ser profesor en el Perú. ¿Cambió la sociedad acaso; en qué momento? Temo no haber querido darme cuenta en su momento, cuando noté la mediocridad de muchos de mis educandos un día. Cuando de repente podían dar miles de excusas para explicar su incumplimiento académico, su indiferencia para con la Patria, su indisciplina en el aula y fuera de ella, y todo con la complicidad de padres, madres y directivos del colegio. Doce años en ambiente escolar y diez en aulas me dan el derecho de decir lo que pienso y me he ganado el derecho de ser el maestro a quien "no se le puede dar excusas", o que es "bien verde", o  con quien no se puede "copiar en el examen". Debo reconocerle a mis alumnos ese concepto que tienen de mí. Dos cosas que desde mis antepasados mi familia se ha dedicado: la vida militar y la vida docente. Conozco perfectamente ambos mundos.Es por eso que ha ningún muchacho o muchacha les recomiendo ninguna de esas profesiones. Ya  o existe honor en la Fuerza Armada, así como ya no existe sitial para la dignidad en el magisterio. Y no hablo de sueldos. Hablo de que ya no se puede educar como antaño. Yo me gané mi sitio desde hace tiempo y puedo imponer mi voluntad en el aula quizás porque no necesito del sueldo para vivir pero observo a mis colegas y su miedo de ser exigentes, de imponer disciplina en el aula, pues es preciso de muy poco para tener a padres y madres de familia reclamando por sus "hijitos" y por su "autoestima"
-El profesor tal es malo....
-Por ventura, ¿acaso no cumple con su labor o da mal ejemplo?
-No, no....
-¿No llega preparado al aula o no se presenta acaso?
-No,no....
-¿Cuál es el problema entonces?
-¡ Le dijo a mi hijito que se quite el arete de las orejas!¡ Imagínese, y a mi hijo le queda el arete muy bien!....
-La profesora sutana es mala profesora....
-¿No sabe explicar la clase en el aula quizás?
-No, no....
-¿Ha cometido algún acto impropio de repente?
-No, no.....
-¿Entonces por qué la queja?
-Se atrevió a hablarles de sexualidad responsable a mis hijas en la clase...¡Imagínese.. ni yo le hablo de esas cosas en la casa...¡¿Quién es ella.....?!
Con semejantes bueyes de tiro no es de extrañar que sus hijos se hallen más próximos a ser parásitos que seres útiles a la Nación.
Y no se crea que se encontrará apoyo en los directivos del colegio; por el contrario: estos serán los primeros en escurrir el bulto, lavarse las manos y hacer coro gregoriano con los padres.. ¡Es el colmo, dónde se habrá visto!... Hay que sancionar a ese profesor....
Así como están las cosas no debe sobresaltar la hecatombe social que vivimos, donde se pretende que el colegio enseñe valores cívicos a los educandos, cuando estos valores se enseñan en casa. Primero es la casa y luego el colegio y no al revés. Pero ¿podemos esperar algo de un padre que escupe al piso cual si tuviera complejo de rumiante?, ¿o de una madre que incentiva a su hija a ponerse la falda más corta posible olvidando que el colegio no es pasarela ni  burdel? Así, conocido el lastre, nada cabe esperar del  barco familiar.
Ojalá se pudiera pedir que si  los padres no van a ayudar  en la educación de sus hijos, por lo menos no estorben, pero la realidad desnuda la realidad.
Como cáncer  se extiende lo descrito por diferentes lugares de nuestro país. Personalmente no me han faltado ocasiones de amargarme o sonreírme por la ocurrencia de algunos padres, como aquel que al recomendarle fuera más severo con la conducta de su hijo, me increpó: ¡Claro! ¡Como usted no tiene hijos!.....Y los directivos no se quedan atrás; recuerdo a aquel director que no pudiendo señalarme nada no tuvo mejor idea que exigirme me afeitara la barba a lo "Miguel Grau" que  acostumbraba usar porque "llamaba mucho la atención". Por él tuve que comenzar a afeitarme todos los días. Anecdótico, nada más y digno de risa mas no de amargura en mi caso.
Pero tanta agua corre debajo del puente que termina por inundarlo. Y mi puente ya se inundó.
Hoy cumplo 12 años en el que hacer magisterial y hoy más que antes me levanté cansado como nunca y parodiando un poco a Vallejo diría  que hasta los hueso húmeros fueron testigos de mi cansancio. Quizás me vaya tan decepcionado de la carrera  magisterial como hace mucho tiempo me fui de la Marina de Guerra; pero de decepciones se aprende y la carne viva, las llagas en la piel y los huecos en el alma enseñan, a la vez  que duelen. Pero tengo el consuelo de mis alumnos que sí escucharon y aprendieron y serán para siempre orgullo mio aun cuando decida dejar el magisterio para dedicarme a otras cosas que me hagan sentir de nuevo vivo, y estaré orgulloso de ellos y ellas, como siento orgullo de la sangre dejada en defensa de esta Patria hace ya mucho.
Vayan estas lineas a mis colegas que dejan su vida en las aulas, disculpen si me bajo del barco antes de lo debido.


Ricardo del Castillo y Larraondo.

Lima, setiembre 28, 2012

viernes, 21 de septiembre de 2012

Chirp me, mi encuentro con Enma

Si ,claro me encontraba asaz enfadado y contrariado por cosas ocurridas y que pensaba escribir como es mi costumbre, pero resulta que al abrir la página llamada facebook encuentro varias invitaciones y pedidos algunos de amigos y otros de personas simpatiquísimas sin duda, pero que no conozco, mandándome regalos y diciéndome  "hola"; bueno, no quise defraudar a nadie y como la educación impone me propuse aceptar todo tipo de invitaciones y regalos y como respuesta obtuve una serie de instrucciones conducentes a no se qué; lo claro del asunto fue encontrándome a mi mismo enviando a mi vez invitaciones y regalos y diciendo"holas" a medio mundo, tanto a amigos de mi lista como a varias personas que no tengo la dicha de conocer. En seguida en correcto inglés el "Chirp me" abrió para mí una ventana en donde me invitaba a escoger una "chef" o un "chef"; yo, por si las dudas, escogí a la "chef", por aquello de los mal pensados, pero cuando creí que eso había sido suficiente, resultó que además debía escoger el color de los ojos de mi chef, su color de  cabello, de su piel, y no me hubiera extrañado si además me pedían elegir el tamaño de sus senos. Pero esa importante pregunta no me la hicieron. En fin, dejándome llevar por la corriente, y cuando esperaba algún desenlace erótico, he aquí que me hallo de pronto dueño de un restaurante y se me urge conseguir tomates y papas y ah! también hongos enanos. Observo entretenido a varios "clientes" entrar por la puerta de mi restaurante virtual mientras la chef y la encargada del servicio (olvidé mencionarla: morena, achinada, pelo oscuro, delgada... supongo que perdería la cabeza por ella, ejem! virtualmente hablando) seguían exigiéndome más ingredientes y se me ocurrió entonces pensar: ¡Qué iguales son las mujeres sean virtuales o no! ¿no les parece? siempre mandando, mandando , mandando y mandando. Bueno sigamos, como por una imperiosa necesidad que no viene al caso describir, tuve que ausentarme por breves instantes, al volver me avisaban que había ganado quince monedas. ¡Quince relucientes monedas!, claro, virtuales. No pude evitar hacer caso de un mensaje aparecido en la parte superior de la barra de herramientas o como se llame, hice el famoso "click", y como resultado me encontré sin restaurante, sin cheff y sin la morena sonriente, y más bien heme aquí de cara con una "crónica escondida" escrita en inglés, naturalmente, en donde un tal tío no- sé- cuantos, me pide que descubra no se qué. Y ahora estoy de frente a la puerta de una mansión y se me pide que entre: tengo medo, lo confieso; nunca se sabe qué se puede hallar dentro de una casa desconocida, ¿Quizá un cadáver? ¿un asesino en serie? ¡o quizá la chef de mi desvanecido restaurante en vaporosa bata de noche! Esto último me decidió a entrar..... y ¡oh sorpresa! aparece Enma, una atractiva morena de pelo corto y vestido demasiado largo para mi gusto que asegura ser, y esta ves en perfecto castellano, la secretaria de mi tío no-sé-cuantos. Pero buen gusto el de mi tío, debo admitirlo; ya empieza a caerme bien. Varonilmente le pregunto a Enma si piensa acompañarme a buscar no-sé qué, pero ella diciendo que me iba a acompañar a la biblioteca para mostrarme algo desaparece y yo me quedo solo con un aviso que dice que debo descubrir seis objetos ocultos para permitirme conocer uno de los secretos de la finca, y tras mucho exprimirme el seso lo consigo y me revelan una palanca secreta en uno de los estantes de mi tío ... esperen .....ahora sí me aprendí el nombrecito: Geoffrey... ¡Digo!, ¿no pudieron ponerle Pedro o Juan o algo así? Y encima me dicen que comparta el secreto con mis amigos.... ¿están locos?, y si mi amado y nunca bien llorado tío Geoffrey me ha dejado algún dinero o joyas de valor? ! ni loco se lo digo a nadie! Sorry boys. Es mi tío, ya?
Se abre una puerta secreta y aparece por fin Enma...ahora que lo noto.. tiene la nariz un poco grande, pero nada que una buena cirugía no pueda arreglar, y me dice que mi tío era un guardián y que podía tocar las cosas y saber de su historia. Luego con una pícara sonrisa me pregunta ¿no quieres tocar algo para saber si tienes ese don . La miro y me digo  en mi mente: claro que me gustaría tocar algo, y no es precisamente las
 cosas que hay allí...... pero me podrían denunciar por acoso, así que decido no hacerlo, por ahora. Resulta que después de hacer no se qué, Enma me dice que tengo el mismo poder de mi tío (no sé si debo alegrarme o no) así que le digo: "seguro eso se lo dices a todos"; Enma me sonrió quitándose los lentes, y yo ya me olvidé por completo de mi chef, del restaurante y lo demás. Noto que Enma se ha desabrochado el botón superior de su blusa mientras me dice: "concéntrate en los objetos alrededor del collar, eso mejorará tu conexión con la escena". ¡Por supuesto que estoy concentrado! sino cómo habría podido notar que ya van tres los botones que se ha desabrochado. Ahora estoy en un tren y debo (otra ves) descubrir seis objetos ocultos. Como ya tengo mayor experiencia en estos afanes, los descubro rápidamente y obtengo por eso algo de 56 mil puntos , una copa, que se me hace comprada en en el Mercado Central, y dos vecinos. No lo entiendo..... ¿eso era lo que me tenía mi tío Geoffrey ?.... Valiente cosa. Me senté desconsolado en uno de los sillones del vagón y Enma se acercó.
-¿Decepcionado?- me preguntó. Se había quitado el saco y se había puesto otra falda, algo más corta que la anterior.
- Ahora ya no- le contesté-¿Tienes algo que hacer esta noche?
-No, ¿por qué?
-Bueno, podríamos salir de aquí, ir al cine.. qué se yo...
Su sonrisa delató su gusto por mi idea.
-Pero ¿no se molestará la chef de tu restaurante?-preguntó a boca de jarro.
-No.Ella es parte de mi pasado...de hace aproximadamente quince o veinte minutos- contesté con una sonrisa a lo "Brad Pitt".
-Bueno, te creo.....vamos entonces...
-Vamos..
La cogí por el talle (está bien, de acuerdo, mi mano estaba un poco más abajo) y salimos de aquel lugar.
Ahora me disculpan, pero debo apagar la computadora. Tengo una cita con Enma. Me está esperando  afuera.

Ricardo del Castillo y Larraondo

Lima, 21 de setiembre, 2012.